La cantante Rihanna está embarazada de nuevo, nueve meses después de dar la bienvenida al mundo a su primer retoño con el rapero ASAP Rocky. Eso explica, en buena parte, que la diva del pop evitara participar con el mismo entusiasmo que sus bailarines de las elaboradas coreografías que había preparado para su actuación de anoche en el intermedio musical de la Super Bowl, su primer número musical de grandes dimensiones en casi siete años.
La estrella barbadense lideró una producción imponente y sofisticada, como suele ser habitual en estas ocasiones, en el terreno de juego del State Farm Stadium de Glendale, Arizona, desplegando un poderío que, sin embargo, se basó fundamentalmente en el amplio y variado catálogo de ‘hits’ que pueblan su discografía tras más de 15 años de carrera. ‘Diamonds’, ‘Umbrella’, ‘Only Girl (In The World)’, ‘Where Have You Been’ o ‘Work’ consiguieron levantar de sus asientos a los miles de espectadores que se encontraban en el coliseo, y a buen seguro también a los millones de fans que, desde sus casas, estaban expectantes por ver qué podía ofrecer su ídolo tras tantos años de parón artístico.
No obstante, muchos echaron de menos algunas de las sorpresas que Rihanna les tenía supuestamente preparadas. La artista no realizó homenaje alguno a sus raíces caribeñas ni presentó un nuevo single con el que empezar a dar pistas sobre su próximo trabajo discográfico, del que Rihanna solo explicó recientemente que sería mucho más experimental que de costumbre y que, quizás, no sería del agrado de sus seguidores más tradicionales. La intérprete tampoco tuvo artistas invitados durante sus 14 minutos sobre el escenario, confiando por tanto en su potencial escénico y, sobre todo, en su nutrido arsenal de exitazos.
Durante la presentación del evento el pasado jueves, Rihanna confesó que le albergaban ciertas dudas sobre su capacidad para afrontar un reto artístico de semejante categoría, inseguridades que se fueron disipando a lo largo de los exigentes ensayos, gracias al “gran trabajo” de preparación que había realizado junto a todo su equipo. La vocalista se refería concretamente al estado físico que presentaba hace seis meses, el derivado de haber dado a luz a su primer retoño y no al del nuevo embarazo que encara ahora.
“Cuando eres madre, hay algo ahí que te hace sentir que puedes con el mundo entero, ¡puedes hacer lo que sea! Y la Super Bowl es uno de los escenarios más grandes del mundo. Con todo lo intimidante que es… Hay algo excitante en ese desafío. Y es importante para mi hijo ver todo esto”, reivindicaba durante su rueda de prensa. Lo cierto es que, al margen del cansancio que exhibió durante ciertos momentos del show, Rihanna volvió a brillar con luz propia en su gran puesta en escena, presumiendo abiertamente de su ya abultada tripita.
Fuente: En El Aire